Cada día que pasa, y por paradójico que resulte, se evidencia que la falta de diálogo impide solucionar muchas calamidades en el mundo.
En áreas geográficas mucho más reducidas, como la gallega,
es un mal endémico que se reaviva con frecuencia. En estos días, por ejemplo,
debido a la exigencia de que la fundación Abanca , de Carlos Escotet, tenga sede única en Vigo.
De ahí que la
iniciativa del Foro de las Luces de reunir periódicamente a a representantes
del tejido empresarial e institucional de Galicia para compartir mesa y
dialogar, sea un acierto.
La periodista Soledad Antón recogía hace unos días La Voz de
Galicia las tres principales características sobre las que se apoyan los
Diálogos Empresariales Galicia Norte-Sur, promovidos por el Foro de las Luces:
“Acabar con las rivalidades territoriales y ofrecer una
imagen empresarial única”
“Abierto a todas las compañías que compartan su filisofía de
cabecera, que no es otra que acabar con la pugna norte-sur”
“No está tutelado ni inspirado por ningún organismo
público”.
Y todo apunta que
merece la pena perseverar en el empeño.
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