BANCO PASTOR Y
SU GRUPO HOTELERO.
La venta del Hotel Finisterre pone una vez
más de manifiesto el ocaso de la otrohora pujante creación de riqueza y,
consiguientemente, de puestos de trabajo cualificado en Galicia.
Fue a finales de 2001 cuando, siendo Vicente
Arias presidente del grupo de empresas y con la mano ejecutiva de José
Naya, el Banco Pastor puso en marcha la
sociedad La Toja Hoteles, con la previsión invertir 160 millones para agrupar
bajo la marca La Toja una decena de hoteles.
El objetivo era convertir la marca La Toja en
una referencia dentro del mercado hotelero ubicándose en el segmento del lujo y
priorizando los establecimientos de cinco estrellas.
Junto a proyectos para el hotel Mindanao, en
Madrid; el Monasterio de Oia, en Pontevedra; o Puerto Infanta, en Sada, contaba
con dos establecimientos funcionando en la isla de La Toja y uno en La Coruña,
el Finisterre –ahora vendido- reformado completamente en 2003 para convertirse
en el único cinco estrellas de A Coruña y referente de la vida social y de
promoción de la ciudad.
Las nuevas estrategias del Pastor auspiciadas
por Fulgencio García Cuellar tras su nombramiento como consejero delegado en
noviembre de 2002 guillotinaron el proyecto hotelero y forzaron la renuncia de
Vicente Arias en enero de 2004
Que tiempos aquellos en los que la que pasaba
por ser la primera entidad financiera gallega, invertía en clave de país y de
compromiso con Galicia.